Javier, Jesús y Miguel
Desniveles: Picos de Asnerillo 1000 m; Pico de Ordiso +15 m; Garmo de Azurillo +70 m; Total 1100 m
Horario: Picos Asnerillo 3h 10’; Pico Ordiso + 35’; Garmo de Azurillo + 30’; Regreso 2h 20’
Dificultad: Fácil
¿Qué? ¿Dónde? … tranquilos que no hemos salido de la provincia. Hoy a Jesús se le han ocurrido estos tres desconocidos, que están situados en la cordillera Norte del Valle de Otal.
El punto de inicio es la Ermita de San Nicolás de Bujaruelo. Dejamos el puente a la derecha y continuamos por la pista unos 900 m. Luego por la izquierda tomamos un camino ancho y descompuesto , que el agua a ocupado y convertido en arroyo, se nota que anoche llovió. Con esto atajamos la pista en dirección Oeste. Frente a nosotros vemos dos cimas, la de la derecha es el Garmo de Azurillo, último de nuestros objetivos, y al fondo del valle asoma el Vignemale, blanco con las primeras nieves de la temporada.
El punto de inicio es la Ermita de San Nicolás de Bujaruelo. Dejamos el puente a la derecha y continuamos por la pista unos 900 m. Luego por la izquierda tomamos un camino ancho y descompuesto , que el agua a ocupado y convertido en arroyo, se nota que anoche llovió. Con esto atajamos la pista en dirección Oeste. Frente a nosotros vemos dos cimas, la de la derecha es el Garmo de Azurillo, último de nuestros objetivos, y al fondo del valle asoma el Vignemale, blanco con las primeras nieves de la temporada.
Garmo de Azurillo (el de la dcha.) |
En el segundo atajo debemos prestar atención para no despistarnos de la senda, que muchas veces se confunde con sendas de vacas. Debemos coger siempre la de más a la izquierda. De nuevo salimos a la pista (por aquí está en mejor estado que algunas carreteras), y tras recorrer unos 700 m llegamos al Cuello de Otal, donde el valle permanece a la sombra, y al fondo vemos las cimas nevadas con las primeras luces del día. Mientras por el Sur las nubes cubren Tendeñera y Otal, el Norte permanece despejado.
Recorremos el valle de Otal hasta la cabaña, dejamos la pista y comenzamos a ascender por la ladera siguiendo las marcas rojas y blancas. Hay multitud de sendas de ganado, en horizontal y a diferentes alturas, que nos intentan confundir y en varias ocasiones tenemos que consultar el mapa. Ascendemos hacia el N-O, unas veces por la GR y otras no, hasta que rodeamos un pequeño monte, y decidimos dejar la GR, para terminar de rodearlo y dirigirnos al Este, dejando a la izquierda las paredes de los Cabietos de Ordiso. A través de lomas herbosas llegamos hasta un collado, donde una valla de espinas separa los términos territoriales. Junto a ella seguiremos por el cordal hacia el Este, y luego por una fácil cresta llegaremos a la cima de Asnerillo, donde la nieve a teñido de blanco la cara Norte.
Recorremos el valle de Otal hasta la cabaña, dejamos la pista y comenzamos a ascender por la ladera siguiendo las marcas rojas y blancas. Hay multitud de sendas de ganado, en horizontal y a diferentes alturas, que nos intentan confundir y en varias ocasiones tenemos que consultar el mapa. Ascendemos hacia el N-O, unas veces por la GR y otras no, hasta que rodeamos un pequeño monte, y decidimos dejar la GR, para terminar de rodearlo y dirigirnos al Este, dejando a la izquierda las paredes de los Cabietos de Ordiso. A través de lomas herbosas llegamos hasta un collado, donde una valla de espinas separa los términos territoriales. Junto a ella seguiremos por el cordal hacia el Este, y luego por una fácil cresta llegaremos a la cima de Asnerillo, donde la nieve a teñido de blanco la cara Norte.
Cima del Pico Asnerillo (Javier, Jesús y Miguel) |
Queremos seguir por el cordal hacia el N-E, pero tenemos unos primeros metros complicados por la nieve. Con mucho cuidado descendemos por las rocas nevadas hasta la ladera que bajaba al Cuello de Ordiso.
Descenso de los Picos Asnerillo al Cuello de Ordiso |
Seguimos el cordal y en escasos 20’ hicimos cima en el Pico de Ordiso. Volvemos a bajar a otro collado y continuando por las lomas herbosas siguiendo el cordal hasta llegar al Garmo de Azurillo. Hace unos minutos que Jesús ha encontrado un cencerro, por cierto bastante majo, que una vaca había perdido, y nos ha amenizado esta última subida.
El valle de Otal sigue nublado, creo que apenas hemos visto el sol 5’, y aquí arriba sopla un airecillo algo fresco. Nos refugiamos para comer, en una zona escarpada más al Norte, donde disfrutamos de buenas vistas sobre el macizo del Vignemale.
Como el día no está muy apacible, enseguida emprendimos el regreso hacia el valle de Ordiso. Volvimos a la cima del Garmo de Azurillo, nos hicimos fotos con el cencerro, y Javier y yo enfilamos hacia abajo por la nieve casi recto. Jesús venía detrás diciéndonos que fuéramos más hacia el Oeste, y nosotros tozudos seguíamos rectos para abajo. Dejamos la nieve y ya en los prados si que nos dirigimos más al Oeste después de volver a consultar el mapa. Buscamos un refugio en el lecho del río, que seguramente ya no existe, ... no lo vimos. Al fondo del valle de Ordiso se descolgaba una majestuosa cascada, y un poco más abajo una chapa de color rojizo, que de lejos nos pareció un tejado. Descendimos la ladera herbosa más o menos por donde mejor vimos, hasta llegar al río. Lo cruzamos y continuamos por la senda río abajo. Al otro lado los colores del otoño son extraordinarios, un bosque de hayas con todas sus hojas cubriendo el suelo. Llegamos al Vado de Ordiso, cruzamos el río Ara, y proseguimos por la pista que baja a Bujaruelo.
El valle de Otal sigue nublado, creo que apenas hemos visto el sol 5’, y aquí arriba sopla un airecillo algo fresco. Nos refugiamos para comer, en una zona escarpada más al Norte, donde disfrutamos de buenas vistas sobre el macizo del Vignemale.
Como el día no está muy apacible, enseguida emprendimos el regreso hacia el valle de Ordiso. Volvimos a la cima del Garmo de Azurillo, nos hicimos fotos con el cencerro, y Javier y yo enfilamos hacia abajo por la nieve casi recto. Jesús venía detrás diciéndonos que fuéramos más hacia el Oeste, y nosotros tozudos seguíamos rectos para abajo. Dejamos la nieve y ya en los prados si que nos dirigimos más al Oeste después de volver a consultar el mapa. Buscamos un refugio en el lecho del río, que seguramente ya no existe, ... no lo vimos. Al fondo del valle de Ordiso se descolgaba una majestuosa cascada, y un poco más abajo una chapa de color rojizo, que de lejos nos pareció un tejado. Descendimos la ladera herbosa más o menos por donde mejor vimos, hasta llegar al río. Lo cruzamos y continuamos por la senda río abajo. Al otro lado los colores del otoño son extraordinarios, un bosque de hayas con todas sus hojas cubriendo el suelo. Llegamos al Vado de Ordiso, cruzamos el río Ara, y proseguimos por la pista que baja a Bujaruelo.
Puente Colgante de Burguil |
A mitad de camino, más o menos, nos desviamos para ver el puente colgante de Burguil, unos 5’, restaurado recientemente pero, que por lo que me cuentan no lleva a ninguna parte, solo a la otra orilla. Luego por la pista hasta los zigzag, y por senda hasta el puente de Bujaruelo.
Puente de Bujaruelo |
Fotos de Jesús
Y ahora la reseña según Javier Sanagustín:
Excursión desde Bujaruelo para hacer una ruta suave y circular sin más pretensiones que conocer un par de valles y subir a unas cimas que generalmente están allí esperando que algún osado las pise, ruta circular y suave.
Salimos de Huesca alrededor de las 6h. 45m. para ir a Torla, seguir hacia el puente de los Navarros, y desde aquí coger la pista a tramos, no asfaltada, sino hormigonada, y llegar tras 7 km a San Nicolás de Bujaruelo, donde comenzamos la excursión hacia las 9 de la mañana, el día no es frío, pero está nublado. Seguimos la pista con las marcas de GR, y cartel hacia el valle de Otal, nos salimos de la pista por la senda de la GR, y seguimos cruzando varias veces la pista, hasta llegar a una puerta metálica, desde la cual se divisa la maravillosa estampa de alta montaña, el valle de Otal con el fondo de Tendeñera. Un valle de los bonitos, bonitos, bonitos …. NO TENGO PALABRAS. Según la enciclopedia de Wikipedia: El valle de Otal es un valle de alta montaña del Pirineo oscense situado en la comarca de Sobrarbe, tributario del valle de Bujaruelo y paralelo al de Ordiso.
El valle, perfecto ejemplo de morfología glaciar en U, finaliza en el circo de Otal donde nace el río del mismo nombre. Desde aquí, a través del collado de Tendeñera, a los pies del pico homónimo, se puede pasar hacia Panticosa y el Valle de Tena.
En el valle existe un refugio ganadero y no es difícil contemplar animales de la fauna de alta montaña, como las marmotas.
Después de este breve inciso, seguimos la pista a la cabaña, y tras llegar a visitar una hermosa cascada, subimos por la senda marcada, a veces nos despistamos, para tras hacer unas diagonales larguísimas, llegar a un valle colgado (Faja Basarán) a la altura del collado de Tendeñera. Desde aquí hacemos una giro a la derecha (este) para subir a un primer collado, y ya por la Cresta hacer los tres picos del día, PICOS DE AZURILLO, PICO DE ORDISO, Y EL GARMO DE AZURILLO. Preciosas vista de las antecimas de Ordesa, Vignemale, y Panticosa, porque ¡que lástima! las cimas estaban cubiertas por la nubosidad variable de que hablan en los telediarios. Como hace frío y tenemos mucha hambre, decidimos incrustarnos en una grieta de la cima del Garmo y comer. Después de las fotos de rigor en cada cima, bajamos hacia el valle de Ordioso a la brava por la nieve hasta que se acaba, y así descansar las rodillas. Sin más llegamos al fondo del valle, divisando unos sí, y otros no, la supuesta cabaña. Lo que si se ve perfectamente es el Salto de Ferreras.
Según la enciclopedia Wikipedia: “El valle de Ordiso es una pequeño valle del Pirineo oscense formado por el río Ordiso, un afluente del Ara.
En la entrada del valle, en su intersección con el valle del Ara existe un pequeño refugio para montañeros y, en la parte alta, una cabaña. El valle comienza en un puente que permite cruzar el río Ara.
En la cabecera del valle, a 2.344 metros de altura, se encuentra el ibón de Ordiso, desde el que se puede atravesar al vecino valle de Otal a través del collado de Ordiso.
La fauna típica del valle incluye lirones caretos, buitres y quebrantahuesos.”
Y ya sin perdida cruzamos el río Ordiso, y siguiendo la senda llegamos a la cabaña y por pista al coche. Conclusión: bonita excursión otoñal para descubrir un par de valles preciosos desde su interior y desde las alturas.
Hemos hecho la excursión: Jesús, Miguel y Javier. Nos ha costado el suficiente tiempo (no me acuerdo) como para que no se hiciera de noche. Y el desnivel también ha sido el suficiente para que no nos agotáramos excesivamente ( aproximadamente: 1.100 mts. Positivos y otros tantos negativos).
Como siempre en Gavin, caña, coca-cola, café y patatas fritas. Y pa Huesca que hay que cumplir.
Chao.
Y ahora la reseña según Javier Sanagustín:
Excursión desde Bujaruelo para hacer una ruta suave y circular sin más pretensiones que conocer un par de valles y subir a unas cimas que generalmente están allí esperando que algún osado las pise, ruta circular y suave.
Salimos de Huesca alrededor de las 6h. 45m. para ir a Torla, seguir hacia el puente de los Navarros, y desde aquí coger la pista a tramos, no asfaltada, sino hormigonada, y llegar tras 7 km a San Nicolás de Bujaruelo, donde comenzamos la excursión hacia las 9 de la mañana, el día no es frío, pero está nublado. Seguimos la pista con las marcas de GR, y cartel hacia el valle de Otal, nos salimos de la pista por la senda de la GR, y seguimos cruzando varias veces la pista, hasta llegar a una puerta metálica, desde la cual se divisa la maravillosa estampa de alta montaña, el valle de Otal con el fondo de Tendeñera. Un valle de los bonitos, bonitos, bonitos …. NO TENGO PALABRAS. Según la enciclopedia de Wikipedia: El valle de Otal es un valle de alta montaña del Pirineo oscense situado en la comarca de Sobrarbe, tributario del valle de Bujaruelo y paralelo al de Ordiso.
El valle, perfecto ejemplo de morfología glaciar en U, finaliza en el circo de Otal donde nace el río del mismo nombre. Desde aquí, a través del collado de Tendeñera, a los pies del pico homónimo, se puede pasar hacia Panticosa y el Valle de Tena.
En el valle existe un refugio ganadero y no es difícil contemplar animales de la fauna de alta montaña, como las marmotas.
Después de este breve inciso, seguimos la pista a la cabaña, y tras llegar a visitar una hermosa cascada, subimos por la senda marcada, a veces nos despistamos, para tras hacer unas diagonales larguísimas, llegar a un valle colgado (Faja Basarán) a la altura del collado de Tendeñera. Desde aquí hacemos una giro a la derecha (este) para subir a un primer collado, y ya por la Cresta hacer los tres picos del día, PICOS DE AZURILLO, PICO DE ORDISO, Y EL GARMO DE AZURILLO. Preciosas vista de las antecimas de Ordesa, Vignemale, y Panticosa, porque ¡que lástima! las cimas estaban cubiertas por la nubosidad variable de que hablan en los telediarios. Como hace frío y tenemos mucha hambre, decidimos incrustarnos en una grieta de la cima del Garmo y comer. Después de las fotos de rigor en cada cima, bajamos hacia el valle de Ordioso a la brava por la nieve hasta que se acaba, y así descansar las rodillas. Sin más llegamos al fondo del valle, divisando unos sí, y otros no, la supuesta cabaña. Lo que si se ve perfectamente es el Salto de Ferreras.
Según la enciclopedia Wikipedia: “El valle de Ordiso es una pequeño valle del Pirineo oscense formado por el río Ordiso, un afluente del Ara.
En la entrada del valle, en su intersección con el valle del Ara existe un pequeño refugio para montañeros y, en la parte alta, una cabaña. El valle comienza en un puente que permite cruzar el río Ara.
En la cabecera del valle, a 2.344 metros de altura, se encuentra el ibón de Ordiso, desde el que se puede atravesar al vecino valle de Otal a través del collado de Ordiso.
La fauna típica del valle incluye lirones caretos, buitres y quebrantahuesos.”
Y ya sin perdida cruzamos el río Ordiso, y siguiendo la senda llegamos a la cabaña y por pista al coche. Conclusión: bonita excursión otoñal para descubrir un par de valles preciosos desde su interior y desde las alturas.
Hemos hecho la excursión: Jesús, Miguel y Javier. Nos ha costado el suficiente tiempo (no me acuerdo) como para que no se hiciera de noche. Y el desnivel también ha sido el suficiente para que no nos agotáramos excesivamente ( aproximadamente: 1.100 mts. Positivos y otros tantos negativos).
Como siempre en Gavin, caña, coca-cola, café y patatas fritas. Y pa Huesca que hay que cumplir.
Chao.