15 de julio de 2023
María y Miguel
Desnivel: 1100 m
Dificultad: Dificil, Clavijas de Carriata y Clavijas de Cotatuero.
Distancia: 15 km
Recorrido: Circular
Hora - Altitud - Lugar
8:40 - 1326 m - Pradera de Ordesa
9:22 - 1674 m - Cabaña de madera
9:47 - 1801 m - Cascada Circo de Carriata
10:28 - 2026 m - Clavijas de Solarons
11:10 - 2364 m - inicio Faja de las Flores
12:50 - 2337 m - inicio descenso hacia Cotatuero
13:48 - - Poza encima de la Cascada de Cotatuero
14:24 - 1966 m - Clavijas de Cotatuero
- 1809 m - desvio Faja Racon
- 1688 m - Barranco de Cotatuero
16:05 - 1326 m - Pradera de Ordesa
De nuevo por aquí (ya lo decíamos el año pasado), y lo que nos gusta hay que repetirlo.
Llegamos a la pradera 20' más tarde, mucha gente para coger el autobús de las 8 de la mañana (5€ ida y vuelta). Repetiremos itinerario, subir por Carriata y bajar por Cotatuero, que aunque a todo el mundo no le o parezca el sentido más apropiado, a nosotros nos gusta hacerlo así. ;)
Por el bosque subimos rápido, nos costó llegar a la caseta de madera 10' menos que el año pasado, imaginad el ritmo que me puso mi sobrina. Aquí se sale del bosque, apareciendo ante nosotros el siempre majestoso Tozal del Mallo, con sus laderas en plena floración amarilla. Ya hace mucho calor, será mejor relajar el ritmo. Alguna fresita y ninguna frambuesa, eso sí flores a todas las caras, tiempo para la fotografía. Ya vemos también el maravilloso Circo de Carriata, hoy su cascada se ha secado, se nota la sequía hasta aquí.
Zigzaguemos por la ladera hasta llegar a las clavijas de Solarons. Hemos tenido que adelantar un grupo de caminantes, que nos habrían retrasado mucho en las clavijas. Este año parece que me hallan separado las clavijas, casi no llego. Seguimos subiendo, ahora ya poco a poco, ya que se hace largo este último tramo que hay hasta el collado, por donde se coge el inicio de la Faja de las Flores. Almorzamos en la misma piedra a modo de balcón, disfrutando de las vistas. Y un poco protegidos del fuerte viento que ha empezado a soplar cerca del collado.
Una vez entrados en la faja deja de castigarnos el viento, menos mal. Al poco empezamos a ver Edelweis, y luego más y más, y otras muchas más variedades de flores, así haciendo honor al nombre de la faja. En Cotatuero volvimos a ver laderas repletas de Edelweis como el año pasado.
Descendimos por el kars siguiendo los monolitos que bajan directo por el barranco, hasta llegar a las cascadas de Cotatuero, donde paramos lo justo para comer. Hoy sus aguas son cristalinas.
Sin descanso tras la comida, bajamos a buscar el principio de las clavijas de Cotatuero. Allí nos equipamos, y nos estaban esperando una pareja que habíamos visto antes. No tenían experiencia y querían fijarse como las pasábamos nosotros. Así que con algún pequeño consejo pasamos los cuatro las clavijas y luego nosotros continuamos hacia el bosque empinado, en busca de la pradera. Esta vez la bajada no ha sido tan pesada, ha estado bien.