14 de agosto de 2020
Azu, Javi, María y Miguel
Desnivel: 725 m
Distancia: 14 km. (Ida y vuelta)
Dificultad: Media
Tipo de recorrido: Ida y vuelta.
Horario - Altitud - Lugar
9:01 - 1300 m - Aparcamiento Valle de Estós
9:26 - 1400 m - Palanca de Aiguacari
9:36 - 1500 m - Cabaña de Sta. Ana
9:50 - 1550 m - Fuente Coronas
9:55 - 1570 m - desvío ibones
10:46 - 1880 m - Ibonet de Batisielles
11:04 - - continuamos
11:33 - 2031 m - Ibón de Escarpinosa
13:11 - - inicio regreso
14:24 - 1570 m - desvío ibones
15:14 - 1400 m - tras descanso 20' continuamos
15:34 - 1300 m - Aparcamiento Valle de Estós
Hoy hemos madrugado un poco más que ayer y a las 9 de la mañana empezamos a caminar hacia el valle de Estós. Salimos del aparcamiento y subimos el empinado camino que lleva hasta la parte alta de la presa. Luego se suaviza mientras nos vamos acercando al cauce hasta llegar a cruzar por la Palanca de Aiguacari. Más adelante, en una zona más abierta encontraremos la cabaña de Sta. Ana y luego al volver al bosque la curiosa fuente de Coronas, fabricada con recursos naturales.
Fuente de Coronas |
Y enseguida por la izquierda aparece el desvío hacia los ibones. Ahora comienza lo duro, la senda asciende decididamente por el bosque mixto de pinos y hayas. Llegaremos a una zona sin desnivel, donde yo creía que ya terminaba el ascenso pero ... no, cruzamos un barranco y empezamos de nuevo a subir por el bosque haciendo lazadas en un número interminable. Cuando por fin terminan, llaneamos hasta encontrar el Ibonet de Batisielles. Maria ha subido todo el rato hablando y se le ha hecho corto. Un aperitivo y continuamos.
Ibonet de Batisielles |
Javi estuvo aquí el año pasado en pretemporada y subieron al Ibón Grande de Batisielles. Nosotros hoy seguiremos hacia Escarpinosa rodeando el Ibonet por la derecha. Ya queda poco, solo un par de resaltes, uno de ellos rocoso y saldremos a la cubeta del Ibón de Escarpinosa, unos 30'.
Ibón de Escarpinosa |
Está precioso, como siempre, aunque hoy al sol le están ganando las nubes.
Nos colocamos al final, donde unas grandes piedras facilitan la entrada al agua. Nos remojamos los pies y luego a almorzar ... y acabamos comiéndonos la comida, ¿horario francés?. Había hambre, y Javi y yo nos apretamos unos bocatas enormes.
El sol hacia acto de presencia de vez en cuando, y algún osado aprovechó para darse un baño corto.
Javi también se quedó en bañador, pero como es muy friolero solo se mojó los pies. Las nubes y el viento de nuevo aceleraron nuestra marcha, así que regresamos por el mismo camino hasta el aparcamiento. Solo hicimos una corta parada para refrescarnos en el río junto a la Palanca de Aiguacari.
A María le gustó esta excursión porque casi toda la ruta va por sendas o caminos fácilmente transitables, no como ayer que había muchos bloques.
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