20 de abril de2024
María, Diego, Isabel y Miguel
Desnivel: 500 m
Dificultad: Media
Distancia: 10,36 km
Tipo de recorrido: Lineal
Hora - Altitud - Lugar
11:00 - 1737 m - Parking Portalet-Formigal
11:59 - 1956 m - Ibón de Espelunciecha
12:31 - - seguimos
12:54 - 2032 m - Collado Batallero
13:06 - 2051 m - Pequeño Ibón o Ibón Batallero
13:57 - 2105 m - vistas sobre el Ibón de la Punta de la Garganta
14:32 - 2227 m - Ibones de Anayet
14:48 - 2237 m - Ibón de Anayet Pequeño
15:54 - - volvemos
16:54 - 2051 m - Ibón Batallero
17:03 - 2032 m - Collado Batallero
17:28 - 1737 m - Parking Portalet-Formigal
Nada más llegar al parking de Portalet-Formigal ya nos damos cuenta de que hay más nieve de la esperada, nada que comparar con las verdes praderas de caras Oeste y Sur que hemos visto por las webcam. Primero intentaremos llegar al Ibón de Espelunciecha, y luego ya veremos.
Pues como ya dije que no nos costó mucho, intentaremos llegar hasta el Collado Batallero, que asoma hacia el Sur. La nieve no se hunde mucho, pero da seguridad al andar, así iremos remontando laderas y lomas y al final una media ladera, pero fácil de pasar, hasta llegar al collado. Justo antes hay como una charca o ibón, que en el mapa lo marca como una fuente.
En el mismo collado sale una senda hacia el Sur, otra vez ladera con nieve, pero ya tenemos hecha la huella, y en poco más de 10' llegamos al Pequeño Ibón o Ibón Batallero, que está bastante helado, pero no tanto como para poder cruzarlo por encima. Hacia el Sur podemos ver Ibón de Culibillas, éste no está helado, está más bajo claro.
Ya que hemos llegado hasta aquí, y parece que la nieve nos deja caminar seguiremos en busca de Anayet. Nos ponemos las polainas, y continuamos. Al Sur un pico va ganando protagonismo, es la Punta de la Garganta, en cuyo cordal también hay otro pequeño ibón, el cual no podemos distinguir. Hemos seguido una senda que no pierde altura, pero hemos tenido que cruzar varias zonas con piedras y rocas. Tomamos dirección S-O, aparece senda limpia, por la que iremos ascendiendo poco a poco hasta llegar a la planicie donde encontraremos a los Ibones de Anayet.
Había tanta paz y tranquilidad, que algunos echamos una cabezada.
Para la vuelta, volvimos sobre nuestros pasos, pero en la ladera donde está la Cabaña de la Glera, deberíamos de haber bajado hasta ella, porque la nieve junto a las rocas fue muy traicionera, y ya lo sabíamos. De hecho tuvimos que ayudar a salir a Isabel de un agujero, porque metió la pierna entera en la nieve. No pasó nada pero íbamos cayendo en pequeños agujeros, la nieve ya estaba muy blanda. Continuamos hasta el Ibón Batallero, luego el collado y desde él, bajada muy divertida medio esquiando por las pistas hasta el parking.
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